La historia de esta mansión se remonta al siglo XVIII, cuando la corona española creó el título nobiliario de Conde de Guaqui para una prominente familia criolla arequipeña de origen navarro. Esta familia, propietaria de varias haciendas y dedicada al comercio y la minería, ocupó altos cargos políticos y militares.

Durante la República, el lugar fue conocido como fundo Qolqampata por su actividad agrícola y un bosque de eucaliptos. En el siglo XIX, la familia Gonzales Béjar fue propietaria hasta perder la finca por deudas. En 1898, el inmigrante italiano César de Luchi Lomellini Pedamonte la compró y prosperó gracias a su casa comercial en Cusco. También fue pionero en la industria, fundando en 1913 la primera empresa eléctrica de Cusco y luego incursionando en el sector textil.

Durante la República, el lugar fue conocido como fundo Qolqampata por su actividad agrícola y un bosque de eucaliptos. En el siglo XIX, la familia Gonzales Béjar fue propietaria hasta perder la finca por deudas. En 1898, el inmigrante italiano César de Luchi Lomellini Pedamonte la compró y prosperó gracias a su casa comercial en Cusco. También fue pionero en la industria, fundando en 1913 la primera empresa eléctrica de Cusco y luego incursionando en el sector textil.

El título de Conde de Guaqui fue otorgado por primera vez al General José Manuel de Goyeneche, después de su victoria en la Batalla de Guaqui (o Desaguadero), por el Rey Fernando VII el 14 de mayo de 1817, según consta en la Real Orden de Concesión y en los registros eclesiásticos.

Palacio Guaqui es la última incorporación a la oferta hotelera boutique de Ananay en Perú. Quizás su residencia más lujosa, es único, permitiéndole alojarse en un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.